domingo, 30 de noviembre de 2014

Galicia Calidade

Buenos días queridos lectores!

Hace mucho tiempo que no actualizo este Blog pero me decido a seguir haciéndolo ahora que tengo un poco de tiempo! Cuando empiezas algo es difícil coger la costumbre, pero bueno, habrá que intentarlo!

Hoy, os presento una ciudad  perfecta para pasar un fin de semana ideal, ésta es Santiago de Compostela.

Fui en 2011, año Jacobeo y me pareció una ciudad encantadora llena de riqueza monumental.
El aeropuerto está a tan solo 15 km de la ciudad y hay un autobús que lo comunica continuamente.

Lo peor, fue el frío, era Noviembre y estaríamos a unos 5ºC pero bueno, a veces parece que el frío le da encanto a esos viajecitos donde te puedes poner gorritos de lana y abrigos bien calentitos.



Hay plazas con fuentes y monumentos y calles tan bonitas como la Rúa Porticada que le da un ambiente perfecto al pasear de sus calles.

Sin duda la obra de arte es la Catedral de Santiago, situada en la conocida Plaza del Obradoiro, una de las obras más importantes del Románico con una fachada barroca que te deja de piedra. La Catedral es el destino de los millones de peregrinos que cada año se dirigen a Santiago como destino de culto.
En su interior, se puede visitar visitar al Santo apóstol Santiago detrás del altar mayor y visitar su sepulcro.

Fachada de la Catedral de Santiago

Plaza del Obradoiro

Interior de la Catedral durante la ceremonia del Botafumeiro

Justo enfrente de la Catedral está ubicado el Ayuntamiento de Santiago (por entonces en obras) también conocido como Pazo Raxoi.


Ayuntamiento de Santiago de Compostela

A escasos metros de la Catedral, se encuentra la conocida Plaza de las Platerías, la cual está coronada con la Fuente de los Caballos en su centro, sin duda, la más conocida del casco antiguo de la ciudad.


Fuente de los caballos
Uno de los parques más conocidos de la ciudad es el de la Alameda, un lugar precioso por el que se puede pasear y desde el cual se pueden admirar de fondo puntos emblemáticos de la ciudad.

Vistas a la Catedral de Santiago
En este mismo lugar, podemos encontrar el conocido monumentos a las Dos Marías. Éstas eran Coralia y Maruxa dos hermanas que solían salir cada día a pasear por el parque, donde eran conocidas por ir siempre de punto en blanco, sonreír con picardía y dar cuchichear sobre otras mujeres.

Monumento de las dos Marías

Lo mejor para hacer en Santiago después de visitar todos estos lugares y más, es perderse por sus calles, disfrutar de cada uno de sus rincones encantadores y encontrar un Restaurante de los muchos que hay donde degustar una gran Mariscada Gallega, como hicimos nosotros. Sin duda, es difícil encontrar Marisco mejor que el de estas tierras.

Calles de Santiago

Pulpo, chipirones y calamares gallegos, una delicia

Y finalmente, contemplar los espléndidos atardeceres de la ciudad, que parecen dignos de ser sacados de un cuadro de arte. 




Espero que os haya gustado, a pesar del frío, yo estoy deseando volver.

Con amor,

Vanessa

martes, 8 de abril de 2014

Cantabria y Asturias

Buenos días,

Lo siento por tardar tanto en actualizar, he estado bastante liada últimamente, pero lo prometido es deuda, así que aquí os dejo la segunda parte de nuestro Roadtrip.

La siguiente parada es Los Picos de Europa, uno de los lugares más especiales y que más me han atrapado de todos los que he visitado, con esto he de reconocer que me tira muchísimo la montaña.

(Si, soy de aquellas soñadoras que me imagino en una casa con vistas a la montaña con niños y perros corriendo por el jardín).

Pues bien, para aquellos que queráis subir hasta la cima de los picos (es un Must), tenéis que llegar hasta Fuente Dé, que es donde se encuentra el funicular que sube hasta lo más alto, el precio aproximadamente de unos 16 € (algo caro) pero os lo recomiendo totalmente.

Fuente Dé, aquí es donde se puede coger el funicular.

Una vez arriba, encuentras una paz y tranquilidad indescriptible. Aunque aún había nieve, el clima era estupendo, nos sentamos en una roca, y abrazados mirando al vacío de entre las montañas cada uno estaba sumergido en sus pensamientos. De verdad, es un lugar para pensar, para respirar y para sentir que merece la pena viajar y descubrir cosas continuamente.


Mirador de los Picos de Europa, no apto para aquellos que tengáis vértigo.



Como podéis ver, nos hicimos una extensa sesión de fotos, ¡de las más bonitas que tenemos!




Después nos dirigimos a Potes, una parada imprescindible si vas por estos parajes.
Potes es un pequeño pueblo que vive bastante del turismo y donde se pueden encontrar muchos productos típicos y sobretodo una magnífica gastronomía. ¡Es un lugar perfecto para comer!

Y así fue, paramos en la plaza central y allí mismo degustamos un exquisito de un cocido Lebanés, plato típico de la provincia, mientras disfrutamos del bonito día soleado.


¡Y la Sidra tampoco podía faltar!

Después de todo este recorrido nos dirigimos al siguiente alojamiento escogido el Camping Ribadesella.

He de confesar, que trabajando en uno, nunca había acampado con tienda y fue una experiencia super divertida, por no hablar de lo completo que es el Camping.(gym, piscina cubierta, pistas, petanca, etc...)  recomendable 100 %.


Al día siguiente, fuimos a un destino precioso Los Lagos de Covadonga. 
Yo nunca había subido, y cuando llegas te das cuenta de que no hay que irse muy lejos para ver auténticas maravillas. Además si vas con tiempo, se pueden hacer unas rutas largas y descubrir lugares aún más escondido. (La carretera es algo vertiginosa, hay que ir con cuidado!)



Al bajar comimos en Covadonga, en La Hospedería del Peregrino donde degustamos una fabada típica asturiana en toda regla. Por allí todos los sitios rondan los 15 €/menú.

Y luego visitamos la Iglesia y el Santuario de Covadonga. 


 A la bajada paramos a hacer fotos con un hórreo típico Asturiano. ¿Sabéis lo que son? Se utilizaban antiguamente para guardar los alimentos lejos de la humedad y los animales.

Hórreo de madera Asturiano
Volvimos a dormir a nuestro Camping, que noche más bonita, se escuchaban hasta las olas del mar mientras dormíamos en la tienda...

Nuestra siguiente ruta fue bien tempranito visitar Gijón, pillamos un día de sol y aire, pero lo pasamos bien perdiéndonos por sus calles y visitando El Molinón (es lo que tiene viajar con mi novio que si algo sabe es el nombre de todos los estadios de fútbol de cada ciudad... jaja).

La Playa de Gijón, una de las fotos de postal más típica de la ciudad por ser una playa tan peculiar por sus subidas y bajadas marea, un día hay playa, otro no.
Como hacía un día estupendo decidimos comprar comida y hacer un Pic Nic en nuestro siguiente destino, Lastres 
¿Os suena? A muchos sí, ya que éste pueblo se hizo conocido por la serie de TV Doctor Mateo, de todas formas, es un pueblo precioso, parada obligatoria si buscáis un pueblo con encanto y relax.

Aquí nos afincamos y hicimos nuestros Pic Nic




Bueno, toda esta zona de Asturias nos encantó, y de hecho dejamos muchos sitios sin descubrir, ya que siempre dicen que hay que dejar algo para la próxima vez jeje.

Al día siguiente nos despertábamos para visitar la última parada de nuestra ruta, tuvimos la mala suerte de que el día era frío y el tiempo oscuro y lluvioso, pero igualmente recorrimos las calles de Oviedo. 




Y hasta aquí este viaje de 5 días por Cantabria y Asturias, cada región tiene su encanto, y yo soy de enamorarme mucho de los lugares, pero las ganas que tengo de volver cada día crecen más.

Espero que os haya gustado,

Besos.

Vanessa

domingo, 26 de enero de 2014

Cantabria

En mi Segunda entrada de este Blog os voy a hablar de un viaje que realizamos la pasada Primavera.

Antes de ir a Zamora a visitar a mi familia decidimos hacer una ruta de seis días por tierras Asturianas y Cántabras, yo había estado anteriormente con mi familia pero sólo dos días, así que esta vez pude hacer un poco de guía y disfrutar más de cada rincón.

Y que decir, una auténtica maravilla, son lugares preciosos que merece la pena visitar. En esta primera parte os explico los tres primeros días en la región de Cantabria.

Salimos de Barcelona hacía las 17h de la tarde, en dirección hacía nuestra primera parada: San Vicente de la Barquera. La verdad es que el viaje se nos hizo un poquito largo, (son unas 7 horas) y llegamos bastante tarde así que enseguida nos fuimos a descansar para estar a tope la mañana siguiente.

El alojamiento escogido esta vez fue El Páramo, unos bonitos apartamentos rurales situados en la parte más alta de San Vicente de la Barquera, con maravillosas vistas y regentados por una agradable mujer que no dudó en aconsejarnos sobre nuestro viaje.

Vistas de uno de los bloques de apartamentos y el sitio donde se sirve el desayuno.

El desayuno era servido por ella misma y la verdad que la relación calidad-precio era magnífica ya que es económico y los servicios que ofrece son muy buenos. A nosotros nos tocó una habitación muy amplia con vistas a uno de sus jardines, nada más levantarnos veíamos a las ovejas pastando en los campos de enfrente.


En esta foto podéis apreciar las vistas a San Vicente de la Barquera y el Pastor Alemán que vive en la Finca.

Por la mañana nos levantamos con un día lluvioso y nublado, bastante típico por esos lares. 
Después de desayunar fuimos a visitar Santander, situado a unos 43 km de San Vicente de la Barquera.

Al llegar paseamos por la zona de El Sardinero, una zona de lujo residencial que se caracteriza por sus esplendidas mansiones y casas con vistas a la Playa. 

También visitamos la playa y uno de los lugares que más ganas tenía de visitar El Palacio de la Magdalena, situado en una pequeña península, era una antigua casa de verano de los Reyes de España y también os sonará por ser el lugar de rodaje de la serie Gran Hotel, y yo, al ser una gran fan de la serie por unos minutos me sentí como Alicia, la protagonista entre sus jardines.


Vista exterior de la fachada principal.

Jardines y parte trasera del Palacio.

Y paseamos por sus jardines, desde donde se podía ver el Mar Cantábrico y el faro.






Después comimos en el centro de Santander, pero entre que el día no acompañaba y que la mayor parte de las calles estaban en obras estuvimos solamente un ratito y más tarde nos dirigimos a nuestro próximo destino: Santillana del Mar.

Este pequeño pueblo es muy conocido en Cantabria por ser una de esas paradas obligatorias en cualquier ruta, vive bastante del turismo, aunque en sus calles se conserva ese ambiente medieval y rústico que le caracteriza. No dudéis en visitarlo.


Al ser en el mes de Abril se podía caminar por sus calles con tranquilidad (si vas en verano suele estar lleno de gente) así que, pudimos disfrutar todo lo que quisimos de sus calles.

Sergi me convenció para visitar el Museo de la Tortura, y la verdad que impresiona mucho. Está lleno de objetos y máquinas que utilizaban en la época de la Inquisición.


Foto en la entrada del Museo, la entrada vale unos 3€ y la visita es bastante recomendable si tenéis tiempo libre.


Exteriores del Museo de la tortura.

Por la calle principal de Santillana del Mar.

Fachada de la Iglesia del pueblo.






Campos cercanos a Santillana, entre ovejas y caballos. Naturaleza y aire puro.

El segundo día lo dedicamos a visitar el pueblo de Busta (seguro que muchos de vosotros lo habéis pensado jeje) San Vicente de la Barquera, dónde estábamos hospedados.

La verdad que es un pueblo tranquilo, en Verano debe de tener bastante vida, pero en los días que nosotros estábamos ahí prácticamente todo estaba cerrado, además la marea estaba bastante baja y las aguas estaban estancadas.

A pesar de ello, no deja de ser un pueblo pintoresco con gente muy amable orgullosos de ser Cántabros y de su compatriota Bustamante.





Parte de las Murallas del Castillo de San Vicente, situado en el casco antiguo del Pueblo.







En un pueblo pescador hasta los perros van en Barca.

Hasta aquí nuestros días en Cantabria y la entrada del Blog, la siguiente será la segunda parte del viaje.

Espero que os haya gustado :)

Besos,






lunes, 20 de enero de 2014

El Ripollès y Vall de Núria

Para inaugurar el Blog, os quiero explicar una escapada de fin de semana que hicimos hace alrededor de dos años. De hecho, es bastante especial porque fue de los primeras que hicimos juntos cuando nos conocimos :) .

Siendo de Barcelona, ¿os podéis creer que nunca había estado en la Vall de Núria? Lo típico de que te encanta recorrer lugares y los que tienes más cerca a veces ni los visitas, así que encontramos el destino ideal para pasar el fin de semana.

Día 1, viaje a Molló

Nos fuimos hasta el pueblo de Molló, situado en la comarca del Ripollès, y nos hospedamos durante 2 noches en el Hotel Calitxo. Os puedo decir que soy de esas personas que planea mucho los viajes y escapadas y casi siempre reservo con Booking, no sin mirar antes muchas opiniones...

Y este Hotel, es de los mejores que he estado. Un hotel rural gestionado por una familia donde cada detalle cuenta. Si queréis perderos un fin de semana, os lo recomiendo totalmente.




Molló por otra parte, es un pueblo muy pequeñito pero rústico,  situado cerca de Francia y perdido entre prados y campos, así que tiene su encanto.

El primer día llegamos en la noche, así que nada más llegar cenamos en el Bar del pueblo y nos fuimos a descansar.

Día 2, Tierras francesas y Spa: 

Al día siguiente lo primero que hicimos fue coger el coche e irnos a investigar nuevos lugares. Así que nos dirigimos por la carretera en dirección Francia.



Y llegamos al primer pueblo de Francia, Prats-de-Mollo-la-Preste. Un pueblo de unos 1.000 habitantes donde aún se conserva la antigua muralla y con pequeñas calles encantadoras. El rio que pasa por este pueblo se llama Le Tech.





Mas tarde, nos dirigimos al pueblo de Llanars, a 5 minutos de Camprodón, de camino, nos hicimos fotos por los extensos campos y bonitos paisajes de la región. 


Nada más llegar a Llanars comimos en el Restaurante Pizzeria Esther, un sitio encantador donde literalmente comimos las mejores patatas bravas que hemos probado nunca.


Más tarde, como teníamos un Pack de la Vida es Bella reservamos una sesión de Spa en el Hotel Grèvol.
Así que ahí nos pasamos toda la tarde y ¡salimos como nuevos!.



Día 3, Vall de Núria y vuelta a casa: 

El último día, ya preparamos nuestras maletas pero también la cámara de fotos ya que La Vall de Núria nos esperaba. 
De camino, paramos en el conocido puente de Camprodón, sin duda es la postal del pueblo. Es un puente románico construido en el siglo XXII por el cual pasa el río Ter.


Llegamos a la Vall de Núria al mediodía, bastante tarde la verdad porque como soy un poco despistada se me olvidó mi DNI en el hotel y tuvimos que volver...

Así que cuando cogimos el funicular eran más de las 3 de la tarde. Tip: Si no recuerdo mal nos costó unos 16 € ida y vuelta.



Llegamos a la Vall bastante tarde cuando el Sol prácticamente se había escondido, pero aún así disfrutamos de su paisaje, su lago, los alrededores y de la nieve que quedaba. Un sitio muy bonito, la próxima vez me apunto hacer algunas de las rutas recomendadas de los alrededores.




Como podéis ver hacía un frio increíble y más cuando no daba el sol... el lago estaba congelado.


Y tras un café calentito carretera y manta, nos volvimos a casa dejando atrás una escapada cerquita de casa y con muy buen sabor de boca.

¡Espero que os haya gustado! :)